Cuando recién se empieza a ir al gimnasio, los primeros días pueden ser difíciles. Las luces, la música, la cantidad de personas que va y viene, el ruido de los aparatos, quizás sea demasiado para el comienzo, y sumado a la falta del hábito, puede hacernos querer abandonar.

Te contamos 10 secretos para poder afrontar el desafío, hacer más amigable el entorno y poder alcanzar las metas deseadas.

1-    No tener miedo “al qué dirán”.

Muchas personas cuando empiezan a entrenar se sienten incómodas, tienen miedo a ser observados, y más aún si se tiene sobrepeso. Tené la seguridad de que nadie estará pendiente de vos, cada uno está haciendo sus ejercicios!

2 – Buscar un “aliado”.

Cuando se comienza en un gimnasio y no se tiene experiencia, la sensación de estar haciendo el ridículo puede transformarse en una excusa para abandonar. Por eso ir con un amigo, además de volverlo más divertido, puede ser importante. Si el amigo ya tiene experiencia, se puede aprender de él. En caso contrario, los dos enfrentan el mismo desafío en simultáneo, acompañándose.

3-   Agenda clara

Una típica excusa es “NO TENGO TIEMPO”. Si bien encontrar el momento no es tarea sencilla, podés armar tu rutina teniendo claro los días disponibles para ejercitar. ¿Dos veces por semana, tres, cuatro?, ¿de cuánto tiempo dispongo? Hay que ser realistas para evitar frustraciones. Eso si, una vez definido, hay que cumplirlo a rajatabla y organizar la agenda en torno a esos momentos.

4 – Realizar una actividad que genere placer

Hay mucha variedad de clases y actividades para elegir, pero siempre hay que pensar que si se va a realizar un esfuerzo, lo mejor es hacerlo en una actividad que nos guste para lograr mayor constancia.

5 –  Crear un plan para ganar confianza

Lo ideal es decidir lo vamos a hacer en el gimnasio, una vez que tenemos claro lo que estamos tratando de lograr. Perder peso, tonificar, bailar, desestresarse. Todo se puede planificar.

6 – Pedí asesoramiento

Hay que pedir ayuda, preguntar, sacarse las dudas, antes que desmotivarse o incluso lesionarse por tener vergüenza o miedo. El asesoramiento es parte del proceso de adaptación y los profesores están allí para eso. Si la persona que entrena se siente contenida, si ve que su esfuerzo le importa a su profe, mejorará mucho su motivación.

7 – Aprovechá las clases de prueba gratis

Es fundamental probar y conocer para ganar confianza antes de comprar un plan. Esta es una oportunidad para interiorizarse sobre las clases que hay, el ambiente, etc.

Una característica importante de las clases es que todo el mundo está haciendo lo mismo, lo que le quita parte del factor de intimidación. Además, las clases ayudan a conocer gente que pueden ser potenciales compañeros de entrenamiento.

8 – Elegí un horario que vaya contigo

Evitar las multitudes reduce el stress de los primeros días, por lo que es mejor evitar las horas pico.

9 – Motivación justa

Si nunca hiciste ejercicio no se puede pensar que en un mes vayas a ser un experto. Las metas deben ser realistas. Entrenarse tiene que ser algo divertido y para eso hay que tener los pies en la tierra. Hay que ir de a poco pero ser constante.

10 – No te compares.

En el gimnasio vas a ver personas muy experimentadas, con años de entrenamiento, que saben exactamente qué hacer. No te compares, no mires a los demás y concentrate en alcanzar tus propios objetivos.